Vacaciones de aventuras en Dordogne
La Dordoña, (La Dordogne en francés) también conocido como el Perigord es sin duda una de las regiones más interesantes y diversas del mundo. Es una de las mejores regiones para unas vacaciones activas para las familias, que combina la historia, la buena cocina y aventura al aire libre con uno de los paisajes más bellos de toda Francia. Los amantes de unas vacaciones al aire libre en total libertad, pueden poner a prueba sus límites hiendo a caminar, practicar deportes acuáticos, ciclismo equitación, escalada en roca y exploración en las cuevas todo ello lo encuentra aquí.
Fotografía por Jos Dielis
El “Périgord Noir” domina los valles de Vézère y Dordoña, mientras que el río Dordoña serpentea suavemente a través del suroeste de Francia desde Auvernia a Bordelais. Un día en una canoa a la deriva por el río es una experiencia que no debe perderse.
Navegar a Beynac:
Los valles arbolados en las orillas del río dan lugar a pequeños pueblos que no son visibles desde otros lugares. Pase por Beynac y La Roque-Gageac; y luego deténgase en Beaulieu (un pueblo típico de Dordoña) vistas con sus antiguas murallas, sus calles estrechas y empedradas y su abadía del siglo 12, es una iglesia con una puerta tallada que representa el Juicio Final. También hay una interesante muestra sobre la historia y la construcción de gabarras (barcos de río) aquí.
Dominando el paisaje esta el impresionante Castillo de Castelnau-Bretenoux y las colinas y crestas más allá. Las rutas en bicicleta la acompañan el viento que surca alrededor de las colinas para llegar al castillo.
Castelnau Bretenoux:
Castelnau-Bretenoux es uno de los ejemplos más notables de la arquitectura medieval en el sur de Francia. Construido como una fortaleza inexpugnable se encuentra triangulado con zanjas profundas y una sólida muralla, que se asienta sobre una terraza elevada con vistas al valle. Fue tomada por Enrique II de Inglaterra en 1159, y regresó a los barones de Castelnau al final de la Guerra de los Cien Años.
El ciclismo en la Dordogne es excelente. La calma en las carreteras y todos los niveles de conducción lo hacen seguro, acompañado además de un paisaje hermoso, y el río está siempre cerca. Las rutas en bicicleta abundan a lo largo de los caminos rurales a través de pequeños campos de maíz y tabaco que además proporcionan excelentes vistas de nuevo a la fortaleza Castelnau-Bretenoux. La vista panorámica de los pueblos con techos de tejas rojas, casas solariegas y palacios acompañan la ruta en bicicleta.
Hacer ciclismo en Dordogne, nos lleva por la ruta de pueblos con encanto como Carrenac, Vayrac y Fleurac, todo es parte integrante de los senderos en bicicleta a lo largo del río. Esta es una de las partes más bellas del valle del Dordoña, donde los castillos pueden verse por encima de los acantilados.
Una visita a esta bella región de Francia se puede hacer a pie, en canoa, a caballo, en bicicleta y de mucho más formas pero todo ello nos lleva a descubrir sus castillos, sus pueblos medievales, paisajes vírgenes y las cuevas prehistóricas, así como ir a tomar un buen café en un pequeña pero acogedora cafetería, inclusive hacer un picnic a orillas de su río y todo envuelto en una atmosfera de paz!
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